Sinopsis:
- El agente Aaron Cross (Jeremy Renner) es otro producto creado por el eficiente programa Outcome. Los agentes de este programa han sido diseñados y entrenados para funcionar en solitario en misiones altamente arriesgadas. Sin embargo, el programa se convierte en un peligro cuando se sabe que la historia de Bourne va a pasar a ser de dominio público. Entonces los altos mandos de la agencia, responsables de Treadstone y BlackBriar, deciden tomar una solución drástica...
Vamos a empezar al revés esta vez, primero la puntuación y después la explicación. Puntuación: 7
Vale, seguramente es porque no me acuerdo ni una chispa del resto de precuelas... ¡pero es que realmente no se entiende un carajo! Creo que hasta que no pasa una hora de la peli (dura 2h) no se pone interesante de verdad, viene la acción, y se empieza a entender un poco. Alguien que no las haya visto (o como yo, que aunque las haya visto hace tanto que no se acuerda de nada) se va a quedar a dos velas con esta.
Primero de todo, resulta que Jason Bourne ya no sale (¿Qué le pasó?). Segundo, que van soltando nombres a diestro y siniestro como si los conociéramos de toda la vida. Tercero, ¿Podrían situar un poquito la película? más que nada por si alguien con un poquito de alzheimer juvenil no se acuerda de que pasaba en las anteriores aunque adore la saga (por lo menos a mí me pasa. Por poner un ejemplo, cuando me tocaba ver la siguiente de Harry Potter ya no me acordaba de que había pasado en la anterior, y puedo seguir viéndolas que hay trozos en los que no me acuerdo ni de que lo hubiera visto).
Luego está lo que me revienta tanto, un final abierto, en el que no concluyen absolutamente nada, y todo para poder ganar más pasta porque así pueden hacer una próxima película y enganchar a más incautos.
Los actores eso sí me parecen bien escogidos. Jeremy Renner y Rachel Weisz lo hacen muy bien. Unas buenas elecciones.
Renner es del tipo de actores que va perfecto para papeles de acción, como Ojo de Halcón o Hansel, ¡y tiene 42 años! nadie lo diría.
Cosas aparte: cuando la doctora Marta Shearing (Rachel Weisz) empieza a hablar de vectores virales, comportamiento celular, y tal, estuve bien atenta a ver si encontraba alguna fisura en su argumento. Por suerte todo me pareció correcto, y digo por suerte porque por fin parece que los guionistas se molestan un poco más en cerciorarse de los diálogos científicos que incluyen en sus películas, porque se ve cada metida de pata en las pelis que da miedo.
Es entretenida, de acción, y para pasar el rato, pero no es ningún peliculón.