Sinopsis:
Es 1953, Kilian abandona la montaña oscense para emprender con su hermano un viaje a Fernando Poo, una antigua colonia española en Guinea Ecuatorial. Allí les espera su padre, en la finca Sampaka, donde cultiva uno de los mejores cacaos del mundo. En la colonia descubrirán que la vida social es más placentera que en la encorsetada y gris España, vivirán los contrastes entre colonos y nativos y conocerán el significado de la amistad, la pasión, el amor y el odio.
La historia es muy buena y las imágenes espectaculares, pero la desmerecen unos pésimos actores (solo salvaría a Adriana Ugarte, y a Berta Vázquez). Principalmente, al protagonista, Mario Casas, lo hubiera enviado ya en la primera escena a su casita, ¡¿pero dónde le han visto lo galán a este?! Si parece un gorrión con esas dos patillas, y lo peor de todo, ¡que es un actor pésimo! Dónde han visto los directores de cine y los "entendidos" que este crío actúa bien??
Lo que podría haber sido una gran película se queda en película remojada, porque además no siguen la historia de la novela. Se inventan muchas partes (que a mi parecer no hacía falta aunque fuera por acortarla).
Vale la pena verla solamente por la fotografía.