sábado, 30 de marzo de 2013

Charlie y la Fabrica de Chocolate


El otro día haciendo zapping dí con Charlie y la fábrica de chocolate.

Nunca la había visto al completo, solamente fragmentos, hasta que dije: hoy la veo entera. La verdad es que me gustó. Muy buena la moraleja que se esconde detrás de cada niño que visita la fábrica, y el mensaje muy claro y conciso. Roald Dahl (el autor de la historia) es genial, sus historias me gustan mucho, son muy originales y con un estupendo mensaje de fondo. Dahl llega incluso a crear diccionario. En sus fábulas incorpora palabras sacadas de su cosecha propia.

Sinopsis [Spoilers]:

Charlie Bucket es un niño que vive con sus padres y sus abuelos maternos y paternos en una casita. Son pobres y pasan hambre y más cuando su padre es despedido de su trabajo. Charlie y su abuelo Joe sueñan con visitar la Fábrica de chocolate Wonka que lleva años cerrada. Y el sueño se hará realidad. Willy Wonka, dueño de la fábrica, pone en circulación dentro de sus tabletas de chocolate, cinco billetes dorados. Estos billetes permitirán, a los cinco niños o niñas que los encuentren, visitar la fábrica, llevarse un cargamento de chocolates y golosinas de por vida y, al ganador, recibir un premio muy especial. Augustus Gloop, Veruca Salt, Violet Beauregarde, Mike Tevé y Charlie Bucket serán los afortunados ganadores. Todos entran con su padres, menos Charlie, que va acompañado por el abuelo Joe.
Una vez dentro descubren, de la mano del excéntrico señor Wonka (que los recibe en la entrada de la fábrica), un maravilloso mundo de chocolate y golosinas. Cada uno de los niños y niñas va saliendo de la fábrica a causa de sus manías, defectos y mala educación. A Augustus Gloop le puede la gula, cae a un río de chocolate, y es absorbido por un tubo que lo lleva fuera del recinto. Violet Beauregarde, la obsesiva mascadora de chicle y competidora incansable, se convierte en un arándano por probar un chicle experimental con gusto a una comida completa de dos platos y postre. Veruca Salt, niña mimada y consentida que no para de pedir, es arrojada al agujero de los desperdicios por unas ardillas al intentar hacerse con una de ellas. Mike Tevé, telespectador infatigable, es transformado en un pequeño personaje de televisión al que han de alargar como a un chicle para que vuelva a tener un aspecto mínimamente normal (eso significa que cuatro niños se fueron). Y por fin solo queda en la fábrica Charlie, el ganador. El premio es la fábrica: el señor Wonka se hace mayor y quiere un heredero, y el bondadoso y prudente Charlie renunció a el premio porque debía estar en la fábrica sin su familia. Wonka comprendió lo que significaba la familia.


La verdad es que no sabía quien era el director, pero en cuanto vi el estilo, como estaba hecha, y a Helena Bonham Carter, me pareció indudable que el artífice de la película no podía ser otro que Tim Burton.

Johnny Deep, como no, genial. Otro papel que le va como anillo al dedo. Para mi es imposible situarlo en películas en las que interprete a personajes "normales" aunque haya hecho de estas. Aquí interpreta a Willy Wonka, un personaje bastante peculiar y con un nombre con segundas... (preguntarme por privado si queréis saber que significa).

Puntuación: 8'5

No hay comentarios:

Publicar un comentario